El intendente de Zárate, Osvaldo Cáffaro, fue uno de los últimos jefes municipales del Frente de Todos al que autoridades nacionales y provinciales le arrojaron un modo de sortear la ley de reelecciones indefinidas.
A principios de diciembre pasado, el mandatario zarateño anunciaba en conferencia de prensa su incorporación al Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat que conduce Jorge Ferraresi.
No obstante, la norma sobre las reelecciones cambió el 29 de diciembre del año pasado, los intendentes quedaron habilitados para un nuevo mandato y Cáffaro, poco más de un mes después de la aprobación de la modificación, volvió a la intendencia.
Con la vía libre a otra reelección, el jefe municipal levantó su licencia, que había solicitado el 3 de diciembre pasado, y retomó las funciones días atrás. Antes, le solicitó al Ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi, que deje sin efecto su designación en esa cartera, el motivo que había esgrimido para apartarse de su cargo municipal.
Cáffaro se convirtió en uno de los alcaldes que aprovecharon un atajo en el decreto reglamentario. Sucede que si renunciaban o pedían licencia antes de cumplir dos años de mandato, uno de esos periodos de gobierno no sería contabilizado, y podría así ir por una nueva reelección. Ahora que esa cuestión cambió, el Intendente retornó a Zárate.
